RETO 1

 

MUJERES EN LA ALTA COCINA: SOLO UN 10,5% DE LOS RESTAURANTES CON ESTRELLA MICHELÍN TIENEN UNA MUJER AL FRENTE

Para realizar esta primer reto, he elegido una noticia relacionada con el mundo culinario. Siempre me ha gustado mucho la gastronomía, y a raíz de ver programas de cocina o leer post en diferentes cuentas de Instagram dedicadas en exclusiva a visitar restaurantes del territorio nacional me he empezado a preguntar a mi misma la razón de por qué  la gran mayoría de restaurantes que atesoran estrellas Michelín están regentados por hombres, cuando socialmente, ha estado y está muy arraigada la imagen de la mujer detrás de los fogones de cada hogar.

Este fenómeno se refleja en datos claros: de los 250 restaurantes en España con estrella Michelín, 24 están dirigidos por mujeres. ¿Cómo puede ser esto posible?

De hecho en la última edición, 29 nuevos restaurantes han conseguido su primera estrella Michelín, donde ninguno está dirigido en exclusiva por una mujer. 


Foto de los galardonados, donde se aprecia la poca presencia de mujeres. Fuente: eldiario.es.

Muchos expertos asocian el inicio de este fenómeno a la introducción al castellano de la palabra francesa "chef". Esta palabra lleva implícita la posición de poder, ya que un "chef" es la persona que está a cargo de la cocina, velando por que el servicio sea impecable y la que coordina al resto de personal. Como tradicionalmente ha venido ocurriendo, los hombres son quienes han ocupado una gran mayoría de los roles de mando en las diferentes ramas profesionales, y en la cocina no podía ser menos.  La palabra "chef" no es lo mismo que cocinero, una implica poder, la otra implica costumbrismo. 

Esta teoría va de la mano, con la socialización diferencial a la que estamos sometidos desde que somos pequeños. Sin quererlo, muchas veces a los niños los orientan hacia posiciones de dirección, a tener una mentalidad más analítica, a tenerlo todo bajo control, mientras que las niñas siempre han estado asociadas a roles más creativos, a posiciones que conlleven menos responsabilidades ya que estas, en un futuro, tendrán que hacer malabares para conciliar el trabajo con la casa, los hijos y las demás preocupaciones del día a día. La pregunta es, ¿por qué a los niños no se les enseña la otra parte de la balanza (conciliación) y a la niñas no se les muestra que también son capaces de asumir roles de mando?

Volviendo al tema principal, me cuesta entender, que a día de hoy, con todos los avances que se han dado en igualdad de oportunidades entre los dos sexos y reducción de la brecha de género, siga existiendo esta disparidad entre mujeres y hombres en lo que a la Alta Cocina se refiere. 

La cocina no tiene género, es una forma más de expresión artística. Pero esta afirmación no la acaban de interiorizar tanto críticos gastronómicos, como instituciones culinarias tales como la Guía Michelín, la Guía Repsol o "The World`s 50 Best Restaurants", que son algunos de los "culpables" que han fomentado que se perpetúe este fenómeno. Si a cada uno de nosotros, nos preguntasen por el nombre de cocineros con estrella Michelín, al menos se nos ocurrían cinco o seis fácilmente, mientras que si nos preguntaran por cocineras, estoy segura de que nos costaría mucho obtener más de uno o dos nombres. Esto es otro ejemplo más, de la falta de referentes femeninos, como ocurre en otros muchos ámbitos como por ejemplo la ciencia o la filosofía.

Algunas estrategias que podrían aplicarse en este campo podrían ser las siguientes:

- En primer lugar, que las mencionadas instituciones (Guía Michelín, Guía Repsol, etc) cuenten con un equipo de críticos e inspectores donde prime la paridad, siendo públicos los datos estadísticos de cuantas mujeres y cuantos hombres forman estos equipos, ya que en la actualidad estos datos son privados. En el caso de los premios, sería interesante la creación de dos categorías diferentes, una para mujeres y otra para hombres, dónde se le de el mismo peso a ambos sexos, sin perder obviamente la objetividad a la hora de valorar el conjunto del restaurante.

- En segundo lugar, otra idea podría ser que la asociación "Mujeres en Gastronomía", la cual ha nacido debido a la situación tan desigual de las mujeres en el mundo culinario, fomentara encuentros y charlas en escuelas de hostelería, así como en otros centros formativos, para dar a conocer entre las incipientes cocineras, su labor y así poder animarlas a intentar cambiar las cosas.

- En tercer lugar, en programas de cocina que tienen un gran audiencia, sería interesante que contasen cada vez más, con mujeres relacionadas con la Alta Cocina, dándose a conocer de esta manera ante un gran público. Poco a poco, hay que "reeducar" a la sociedad, y un primer paso podría ser a través de estos programas tan populares.



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Otros enlaces de interés:

Michelín, mujeres y un presente distópico

¿Qué pasa con las mujeres en la alta cocina?














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